Acercar la ciencia a la población es favorecer la democracia.
Reflexiones de la Dra. Marta Pulido Salgado sobre el diálogo entre científicos y tomadores de decisión en el marco de las sociedades de conocimiento.
Acercar la ciencia iguala, pero es sobre todo el diálogo, el intercambio, el proceso, lo que construye y contribuye al ejercicio de la ciencia, tanto como al de la democracia y
la sociedad.
Acerca de la comunicación científica, Héctor Palma escribió: “Creo que se trata de un problema insalvable y que comporta lo que podríamos denominar la paradoja fundacional de la divulgación científica; ser una actividad que en algún sentido es imposible de llevar a cabo y, al mismo tiempo, es algo que debe llevarse a cabo. Esto no significa que la ciencia sea una actividad y un saber vedados a los ciudadanos, sino, antes bien, lo que se pone en evidencia es la necesidad de redefinir teóricamente el significado y el sentido de la divulgación científica”.
La comunicación científica es un ámbito, una disciplina, que se ha desarrollado y consolidado en los últimos años. La interacción entre científicos y comunicadores es una realidad, aunque a su vez es percibida con preocupaciones acerca del modo en que se da.
¿Es la ciencia algo “serio” para los científicos y un “entretenimiento” para legos? ¿Qué
imagen tenemos de quienes hacen ciencia; es la del científico solitario en las penumbras del laboratorio? ¿Cómo sociedad, qué nos implica en concreto la ciencia, más allá de lo que podemos leer en el suplemento del periódico o ver en televisión acerca de descubrimientos o misterios de la vida?
Doctora en Biomedicina y Máster en Comunicación Científica, experta en neurociencias, comunicación científica y diplomacia científica, Pulido Salgado compartió con nosotros su experiencia, su recorrido y sus preocupaciones en torno al ejercicio científico, la comunicación y la toma de decisión.
Durante toda la entrevista, su preocupación e interés han girado en torno a la ciencia y la comunicación científica, a “Ligar el conocimiento a cosas que la gente le pasa en su día a día. Te levantas y ya tienes ciencia. La cocina es ciencia, o sea, estamos haciendo reacciones químicas. Y eso pues es un ejercicio muy interesante para el científico, porque a veces, incluso como científico, no te das cuenta de que la ciencia no está sólo en el laboratorio”.
Su recorrido en la ciencia se inició con investigaciones en neurociencias, enfocadas a estudiar biomarcadores, en el papel ejercido por la microglia en procesos inflamatorios y neurodegenerativos, en expresión genética, etc. Pero la preocupación que se infiere de sus trabajos científicos, y que explícitamente sostiene durante la entrevista, se
orienta a la búsqueda de resultados que impacten en la vida de las personas.
“Entré convencida de que quería hacer un cambio. Y ahí me frustró un poco. Cuando estaba en el laboratorio me encantó, pero vi que (todo) se quedaba muy en el círculo académico... Cuando acepté el reto de decir a la gente lo que yo estaba haciendo en el laboratorio, empecé a comunicar; a comunicar en un lenguaje fuera de lo que estaba acostumbrada en lenguaje técnico con científicos y expertos en el campo”.
No ve a la ciencia como un conocimiento que se circunscriba a los científicos ni enmarcado entre las paredes del laboratorio. “El reto de hacerlos (los conocimientos científicos) entendibles para que la gente comprenda lo que se está diciendo.”
Científicos, tomadores de decisión y sociedad son, desde su mirada, “actores”, partícipes del mismo proceso. “Pero hay unas personas dentro de estos círculos no científicos que son los políticos y tomadores de decisiones ...a quienes deberíamos intentar llegar”.
Corre los límites, traspasa las paredes de los laboratorios. Así es como nos relata que en lo personal decidió salir del laboratorio y continuar su camino, moviéndose hacia la comunicación científica
“Que realmente los científicos salgamos de nuestras torre de marfil, que dicen, y nos relacionemos con el resto de la sociedad; que entendamos que realmente les debemos, por lo que hemos dicho antes, les debemos un retorno y no solo con resultados, con resultados en el sentido de publicaciones científicas, sino también en el sentido de que con el dinero público yo estoy haciendo esto”.
“La comunicación es importante para la ciencia y la sociedad, pero también es
importante el tema de la ética...Que detrás de la ciencia también haya personas que cuiden de la ética, porque bueno, al fin a veces hay un poco la idea de que los científicos somos seres de luz o también el opuesto. Si te fijas en los cómics y en las películas hay la figura del científico loco villano que un día está en su sótano e inventa el virus mortal para acabar con la humanidad. Ni somos los científicos seres de luz ... ni
tampoco somos súper villanos”.
“La ciencia per se es neutral en el sentido de que el conocimiento que generamos con la ciencia está pensado para ser aplicado por igual a todas las personas...Si tú
realmente le das a la sociedad estas herramientas de la ciencia, cómo puede ayudarles, cómo puedes prevenir con este conocimiento científico, pues desde el momento en el que hay una catástrofe, sabes dónde acudir, cómo actuar, como construir refugio. Yo creo que en este sentido, pues al final, acercar la ciencia a la población lo que hace también es favorecer la democracia. En definitiva, de que también las personas informadas en este conocimiento y esta capacidad puedan mejorar su vida”.
“Muchas de las investigaciones que se realizan es con dinero público. Entonces es importante que la sociedad sepa lo que se está haciendo con este dinero porque es una forma de retorno. Tú les puedes retornar este dinero a la sociedad con el conocimiento, con medicamentos, con tecnología. Entonces, pues eso. Al final yo creo que esto es importante. Si la sociedad está informada, pueden tomar decisiones también por sí mismos”.
“La pandemia para mí es un claro ejemplo de oportunidad. Hemos visto que realmente la ciencia es necesaria, pero también ha demostrado, digamos, ha puesto en relevancia que hay unas debilidades, pues falta cultura científica”.
“Muchos científicos con los que he hablado me dicen ya, pero si al político no le interesa, porque realmente mi investigación no está en su programa; es frustrante. Porque desde la ciencia nos gusta pensar que el conocimiento es altruista, que lo podemos mover todo; que con solo presentar un informe de cómo la temperatura de los océanos y de la atmósfera está subiendo y cómo esto nos va a afectar, con datos que realmente están más que comprobados y no sólo con una persona que lo dice... Pues creemos que con hacer esto, pues ya todo va a cambiar. Y esto no es así“.
“Yo creo que es necesario entrenamiento en el sentido de que los científicos y las personas que realmente pueden comunicar la ciencia desde una posición de conocimiento aprendan a hacerlo”.
“Una figura de mediador que esto también me lo han apuntado por la experiencia ambos lados, tanto en la parte de los tomadores de decisiones diplomáticos como de los científicos. Tener una persona o una institución que haga de puente, que realmente conozca los dos lados y los una. ¿Por qué? Porque en este sentido, esto realmente para mí sería mucho más eficiente”.
“Tú lo que haces es adaptarte y buscar tu camino; y tu camino no significa que tengas que pasar por todo lo que tienes que pasar para conseguir una plaza en la universidad. Porque también muchos me lo han comentado “yo veo a mi jefe y no quiero acabar así. Pero claro, si me salgo, si me voy a la industria, si hago comunicación como tú, si me introduzco en diplomacia científica o en asesoría o en gestión pública, ¿entonces el doctorado? Es como que he fracasado, ya no soy un científico”.
“No, científico no es sólo la persona que está en un laboratorio, científico es una manera de pensar, una manera de actuar, una manera de ser, y tú siempre serás científico. Mucha gente me dice que yo no soy científico, yo hago cosas. Pero yo le digo que lo que estaba haciendo, aunque tú no lo creas es ciencia. La manera de razonar, la manera de pensar, la manera de estructurar es ciencia. El método científico no sólo está en un laboratorio. Por eso es muy importante también, ya no sólo comunicar la ciencia, sino comunicar entre los científicos, comunicar entre nosotros, compartir experiencias y decir oye, no pasa nada, no tienes porque acabar siendo un Premio Nobel y si no consigues un (Premio) Nobel has fracasado en tu vida”.
“Lo que decíamos antes: el científico llega, presenta el informe y ya está. Bueno, pero ¿ya has conseguido realmente reunirte con estas personas? Pregúntales; pregúntales: ¿Os interesa lo que yo hago? Cuál es vuestro problema? Cómo os puedo ayudar yo como científico? “
“Estudiamos nuestra proteína y nos encanta nuestra proteína dentro de la vía de señalización celular. Lo que hace dentro de la célula. Pero yo pienso que habrá personas que se preguntarán ¿y esto a mí, cómo me repercute, cómo me impacta?”
“ El diálogo es importante. Comunicar tú pero comunicar también en el sentido de escuchar, porque eso también va a mejorar tu comunicación. Esto te va a permitir ver a la otra persona, como habla, como piensa y adaptar tu mensaje. Comunicar también es escuchar”.
“Y yo me encontré esto, ¿no? Desde la academia te marcan un camino muy definido, que tampoco es fácil. Tampoco es fácil. Muchos nos encontramos que no nos gusta ese camino. Pero salir de él te genera todas estas inseguridades, este miedo. Sobre todo al rechazo”.
“Al fin y al cabo, la educación también se ve que es una de las herramientas importantes para precisamente dar fuerza a las personas para que puedan progresar. Yo creo que es lo que podemos hacer; desde la ciencia producir conocimiento, desde la comunicación, acercarlo a todas las personas por igual.”